Crisis Convulsiva Febril
(Convulsión Febril)
Autor: © Dr. Luis Alberto Sánchez Saenz
18/05/2014 para el site Prontuarioweb
Definición
El concepto de crisis convulsiva febril o convulsión febril (CF) varía un poco según los conceptos de The National Institute of Health (NIH) o la Commission on Epidemiology and Prognosis de la International League Against Epilepsy (ILAE). Estas definiciones no mencionan la menor temperatura necesaria para la ocurrencia de la crisis, no describen el tipo de convulsión, no excluyen niños con daño neurológico conocido. Siendo así, el término convulsión febril hace referencia a la crisis convulsiva ocurrida entre el primer mes de edad hasta los 5 años, asociada a la presencia de fiebre (> 38°C), mas sin datos de infección intracraneal o causa definida para la convulsión y sin historia de convulsiones afebriles previas. La convulsión febril según la clasificación de 2010 de la ILAE es considerada dentro del grupo “Entidades con crisis epilépticas no diagnosticadas como epilepsia”.
Epidemiología
La convulsión febril representan más de la mitad de las convulsiones del niño, con una prevalencia de hasta 5% aunque en ciertas poblaciones puede llegar hasta 15%; hay una mayor incidencia en varones que en mujeres. Más de 50% de las convulsiones febriles ocurren entre 6 meses y 3 años de edad, con incidencia máxima a los 18 meses. Las crisis son principalmente del tipo tónico-clónicas generalizadas (80%), seguidas de crisis del tipo tónicas (13%). El incremento rápido de la temperatura se considera el factor desencadenante más importante.
La fisiopatología exacta de la convulsión febril no se conoce, se cree que la convulsión febril se produce por una asociación de factores tales como: aumento de toxinas o productos de reacción inmune en la circulación sanguínea, por la reacción de un sistema nervioso central atacado por virus o bacterias, proceso de mielinización aún incompleto o mecanismos de regulación de la temperatura aún inmaduros. Inclusive se menciona un posible papel de la hiperventilación y la alcalosis respiratoria.
El riesgo de convulsión febril aumenta después de vacunación con DPT (contra difteria, pertusis y tétanos) y SPR (contra sarampión, partotiditis y rubeola), por lo que se deberán tomar los cuidados necesarios al aplicarlas.
Clasificación
Existen diferentes clasificaciones, algunas de las cuales pueden llevar a equivocación por la terminología utilizada. La clasificación según sus características clínicas es la que se presenta a continuación:
Algunas otras clasificaciones en desuso incluyen denominaciones como: convulsión febril epileptógenas o desencadenantes, convulsión febril genéticamente determinadas, convulsión febril concomitante, convulsión febril sintomáticas, convulsión febril secundarias, convulsión febril familiares benignas, entre otras. La identificación de nuevos síndromes epilépticos relacionados a convulsión febril define varios tipos clínicos de convulsión febril, de manera que constituyen un espectro clínico que va desde la convulsión febril simple única en un lado, hasta las convulsiones febriles complejas con sintomatología inicial del síndrome de Dravet (Epilepsia Mioclónica Severa Infantil) en el otro extremo.
Importancia del Electroencefalograma (EEG)
El EEG en los pacientes con convulsión febril puede causar confusión más que representar una ayuda. No hay relación entre las anomalías encontradas en el registro con el posterior desarrollo de epilepsia. Se recomienda su empleo em el caso de convulsión febril complejas.
Evaluación
La evaluación inicial debe ser en Pediatría General. Se recomienda en los pacientes menores de 12 meses punción lumbar, debido a que los signos de infección del sistema nervioso central pueden estar ausentes en ese grupo etáreo. Se deben descartar otras causas de crisis convulsivas: intoxicaciones por medicamentos u otras sustancias, traumatismo encéfalo-craneano, causas metabólicas, síntomatología inicial del Síndrome de Dravet . En los pacientes con convulsión febril complejas se requiere evaluación por Neurología, EEG y neuroimagen.
Tratamiento
El tratamiento durante la crisis puede ser realizado con Diazepam o Ácido Valproico IV. La profilaxia no está recomendada en los pacientes con convulsión febril simples. La medicación profilática se recomienda en pacientes menores de 12 meses, convulsión febril complejas repetidas, antecedentes familiares de epilepsia, trastorno neurológico previo, o cuando la ansiedad de los padres altere la dinámica familiar.
Profilaxia intermitente: Diazepam oral o rectal (0,4-0,5 mg/kg/d hasta por 48 horas después de haber cedido la fiebre).
Profilaxia contínua: Ácido Valproico (30-40 mg/kg/d) en 2 tomas; Fenobarbital (3-5 mg/kg/d) en 1-2 tomas. Carbamazepina y Fenitoína no tienen efecto profiláctico en las CF.
Bibliografía
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2. Berg AT, Berkovic SF, Brodie MJ, Buchhalter J, Cross JH, Van Emde Boas W, et al.Revised terminology and concepts for organization of seizures and epilepsies: report of the ILAE Commission on Classification and Terminology. Epilepsia 2010; 51: 676-85.
3. Rufo M. Crisis febriles. Protocolos Diagnóstico Terapéuticos de la AEP: Neurología Pediátrica 2008.
4. Moreno D. Crisis Febriles Simples y Complejas, Epilepsia Generalizada con Crisis Febriles Plus, Fires y Nuevos Síndromes. Medicina (Buenos Aires) 2013; 73 (Supl. I): 63-70.
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